Entramos en el mes de la depresión post vacacional y los fascículos y las colecciones más disparatadas se asoman a la pantalla del televisor. Hace unos días he tenido la oportunidad de comprobar que los vecinos portugueses no se libran tampoco de este supuesto bálsamo que son las colecciones costosísimas e inacabables.
No hago recopilación de nada. Tampoco me puedo permitir el lujo de vacaciones en lugares lejanos y no trillados por el turista de pantalón corto y camiseta fresquita supertranspirable del Decathlon, y presupuesto ajustado, lo que me evita la depresión post vacacional. Así que me integro en el grupo de los que tienen que acudir a la literatura para viajar. Lo mejor en esos casos, las rarísimas y desconocidas antologías que pasan desapercibidas para mayor gloria de los coleccionables. Podría citar la de la literatura coreana, de la editorial Verbum, las de la polaca, griega, etc. de Páginas de Espuma, y esta, la de Carena, cuya editora literaria es Any Khachatryan, y que tengo el gusto doe dar a conocer en la edición de este mes de Ojos de papel.
Buen viaje. Puerta de embarque http://www.ojosdepapel.com/Index.aspx?article=3701
2 comentarios:
Hola!.
Interesante blog. Yo, este verano, he intentado terminar algo muy clásico tópico, pero imprescindible. me he tragado un buen trecho de Ana Karenina, y aun me quedan un montón de páginas.
Además, lo mío es el cine... No puedo dejar de ver películas.
Un cordial saludo. Nos leemos...
Scotty, si te gusta Ana Karenina, pues adelante, y al que considere que es un clásico tópico... pues que no la lea. Cada uno con lo que le llene, si no molesta al vecino. Yo no la he leído, pero es que hay tantos clásicos a los que no he pasado página por falta de tiempo...
¿Se puede ser un cinéfilo ignorante cinematográfico? Si la respuesta es afirmativa, entonces aquí estoy yo, que soy incapaz de recordar los títulos siquiera. Pero no por eso dejo de decirme que qué sería la vida sin cine.
Saludos y gracias por entrar en mi casa digital.
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