viernes, 3 de octubre de 2008

TOTUS TUUS

La iglesia está en una de las encrucijadas más céntricas. El conductor de la funeraria del pueblo aguarda en la puerta el final del oficio religioso. Saluda a algunos coches. Si a los conocidos que van al volante no les urgiera una prisa semafórica, verían en su cara la sonrisa colmada de un Polifemo que recontara sus ovejas, la íntima satisfacción de un dios menor.

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