martes, 5 de enero de 2010

ACORDES DISONANTES

La disidencia anticastrista de Miami puso el grito en el cielo. Aseguraban que era una obscenidad, un guiño flagrante a Fidel. Y es que el rey del Mambo, tras invadir la pista de baile y anexionarla a sus dominios, había puesto a todos a bailar a su son. Al son del son cubano.

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