martes, 17 de marzo de 2009

TOP SECRET / ACCESS DENIED

El espía nunca tuvo claros los límites de la confidencialidad. Por eso esperó hasta que desclasificaron toda la información que él había generado, y entonces fue corriendo a desvelarle el último secreto, el de su amor. Pero ya era demasiado tarde, porque ella se había pasado al enemigo. Él no sabe que yo lo sé.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno, magnífico juego de espejos, a uno y otro lado del muro. Un saludo afectuoso, José.

José Cruz Cabrerizo dijo...

Gracias, Miguel Ángel. Me alegro de que te haya gustado. Yo ya tengo tu nuevo espejo de verdad, en papel, tu "Revelaciones y magias" (Ed. Traspiés, 2009, tinta fresca con una portada muy "colleja") esperando a ser mirado, aunque ya tiene fecha.

Un abrazo.

Cristina Monteoliva dijo...

Muy bueno, si señor.
Es lo que tiene ser espía: se corren muchos riesgos.
FELIZ DÍA DE TU SANTO, JOSÉ!
bESOS,

CRIS

José Cruz Cabrerizo dijo...

Muchas gracias, Cristina.
Por eso, porque se corren muchos riesgos, nos hacemos escritores, espías de mesa camilla.
¿Cómo van esas pesquisas ultrasecretas en forma de novela?

Abrazos.

Cristina Monteoliva dijo...

Pues no va muy malamente la cosa: lenta, pero ya va cogiendo forma.

Anónimo dijo...

¡Ay, cabeza! Felicidades atrasadísimas, José. Es el jet-lag, que me trae a mal vivir. Abrazos.

José Cruz Cabrerizo dijo...

Gracias, Miguel Ángel. Yo por el contrario no tengo jet-lag. Simplemente, directamente, se me olvida felicitar a cualquiera, lo que es más grave, un pequeño signo de desafección que no es tal.

Un abrazo.